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domingo, 28 de enero de 2018

La cuchara menguante. 15) Un elemento de locura



Hola a todos



El capítulo pasado no me gustó nada. En realidad, por lo leído en los comentarios y en otros foros, no nos gustó a casi ninguno. Me ha costado mucho ponerme a leer el siguiente capítulo… pero al final me he puesto y me alegra haberlo hecho: ¡este capítulo me ha gustado mucho!



El capítulo se podía haber llamado Ciencia Patológica. No es un concepto que haya oído antes y, aunque al principio me pareció que no incluirlo en la pseudociencia era incorrecto, mientras más lo pienso más me convence verlo fuera de ella en algunos casos.

Ciencia Patológica sería un tipo de Mala Ciencia, existiendo también otros tipos (otro tipo sería Ciencia Política y también lo nombra en el capítulo).

Al final del capítulo existe una descripción que según el autor describe muy bien lo que es Ciencia Patológica:

“Como los defensores de la fusión fría se ven a sí mismos como una comunidad asediada, las críticas internas son mínimas. Los experimentos y las teorías tienden a aceptarse sin un examen a fondo por miedo a proporcionar más leña a los críticos de fuera, en el caso de que afuera haya alguien que se moleste en escuchar. En estas circunstancias florecen los excéntricos, complicando las cosas a quienes creen que en todo ello hay ciencia seria”

Lo dicho, cada vez estoy más convencido de que es útil el término Ciencia Patológica. Yo lo definiría como “Ciencia hecha por científicos conspiranoicos, cabezones y más creyentes en sus ideas que en los procedimientos de la metodología científica”



Antes del resumen una primera cuestión ¿se han planteado los autores cuánta gente abandona sus libros por un capítulo que no guste? No sé, es algo que creo que se deberían de plantear.

Es cierto que tú puedes creer que algo es imprescindible, pero si eso va a significar que dejen de leerte quizás deberías de quitar determinadas cosas. La pregunta se puede plantear de otra manera ¿escribes para ti o escribes para otros? Imagino que en el punto medio está la virtud pero, si os apetece, dar vuestra opinión.



Y ahora el resumen



La primera parte del capítulo nos habla de William Crookes, y empieza no por sus descubrimientos sino por como sucumbió a la parasicología y como intentó “hacer ciencia” del mundo del espiritismo. Fue criticado por los científicos y por ello los seguidores del New Age consideran que Crookes es un ejemplo evidente de como la Ciencia elimina a los que les dan la razón a sus creencias.

¿Por qué Crookes se comportó así, haciendo mala ciencia cuando en otras ramas de la ciencia hacía buena ciencia? Algunos autores dicen que se pudo envenenar con selenio (y aprovecha el autor para contarnos algunas cosas interesantes sobre el envenenamiento de selenio) aunque en realidad esa hipótesis no se sostiene porque estuvo lucido hasta el final de sus días. Lo normal es que sucumbiera a esas creencias porque “entró” en ellas tras el fallecimiento de su hermano.

Y llegados a este punto el autor nos explica lo que es ciencia patológica y nos dice que Crookes es un ejemplo de ella. Desde mi punto de vista yo creo que este ejemplo es pseudociencia, porque Crookes aplica la Ciencia donde no corresponde (en el mundo de los espíritus). En los otros dos ejemplos que nos pone si que creo que se puede hablar de ciencia patológica.



El capítulo continúa con la Paleontología. Como en esa rama científica los datos son incompletos hay mucha probabilidad de Ciencia Patológica. Nos pone el ejemplo del megalodón. La historia esta muy chula, desde mi punto de vista. El caso es que a finales del siglo XIX aparecieron por todos los fondos marinos grandes dientes de tiburón recubiertos con manganeso. Sabiendo la tasa de acumulación de manganeso se llegó a la conclusión de que esos supertiburones vivieron hace 1’5 millones de años.

¿Dónde está la mala ciencia? En que algunos científicos, como algunos dientes tenían poco manganeso, decidieron que por los mares todavía quedaba algún megalodón (en vez de pensar en otras respuestas más plausibles). Los síntomas de la Ciencia Patológica se manifiestan claramente en este caso: los que tienen fe en su existencia, no dejan de atacar a los que no les creen diciendo que el resto de los científicos son unos “mentes cerradas”; incluso usan el ejemplo del celacanto, un pez que se daba por extinguido y que se ha descubierto que no es así.



Después continúa con el ejemplo de la fusión fría. Unos científicos dijeron que habían logrado la fusión fría acumulando hidrógeno en paladio. Montaron un espectáculo mediático y pasaron de publicar en revistas científicas. Se negaron a dar los datos de la investigación e incluso otros científicos dijeron que también lo habían logrado.

Todo fue una mala interpretación, todo fue un dejarse llevar por unos sueños locos (aunque quizás fueran simples timadores). Todo se desmontó en 40 días.

Esta historia me ha gustado, recuerdo como la viví yo, como se sucedieron las noticias en los telediarios, y me alegra haberla releído porque desconocía muchos datos.



Y por fin llega, la que yo creo que es, la mejor historia del capítulo. El autor nos habla de Wilhelm Röntgen.

Nos cuenta como descubrió los rayos x, como no se lo llegaba a creer ("eso no podía estar pasando"). Antes de hablar con alguien se encerró a investigar e investigar, creía que se estaba volviendo loco y, tal y como suponía, cuando se lo contó a la comunidad científica (y a su mujer) fue tomado por loco (o por brujo)

Pero el había hecho buena ciencia, se había comportado como un verdadero científico (analizando, dudando de lo que veía…) y en poquísimo tiempo, ese “algo” que había descubierto y que parecía de locos o de brujos, fue aceptado por toda la comunidad científica.

Me ha gustado mucho, y la razón es la cantidad de valores científicos que destila esta historia (también me ha gustado como la ha contado). Os recomiendo leerla si no la habáis leído, son apenas cuatro páginas al final de este capítulo (el 15).



Y ahora la preguntas



Son solo dos:



- La primera es la que ya os había planteado ¿creéis que determinados autores tienen el problema de aburrir en algún capítulos y así pierden lectores “a mitad del camino”?



- La segunda: ¿Qué os parece ese concepto de Ciencia Patológica?



Y poco más, un saludo a todos.

9 comentarios:

  1. Hola Juan Carlos

    Buen resumen para leer bajo una manta. Yo también he disfrutado con el capítulo.

    Valoro sobre todo, como tú, la diferencia entre las dos formas de afrontar un descubrimiento rompedor con las líneas contemporáneas. Loado sea Röntgen.

    1 Sí. Por favor, alguien lo habrá leído y se lo habrá dicho. Esto me lleva a tu misma conclusión, escribe para glorificarse.

    2 Hoy tampoco tengo ganas de discutir, tiene pase. Algo que científicamente es abandonado y que algunos se ofuscan en mantener vivo, pues me parece que están volaos.
    Si buscas la definición en wikipedia aparece un autor que considera las pseudociencias integradas en la Ciencia Patológica. Tampoco me convence del todo pero, como no soy capaz de mejorarlo, lo acepto.

    Empieza a hacer frío en los comentarios. Animaos a escribir algo que siendo pocos nos quedamos pajaricos.

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  2. ¡Hola Juan Carlos!

    Ayer, cuando acabé de leer el capítulo, pensé lo mismo. Que, con lo que me había costado comenzar, me había gustado mucho este capítulo XD.

    Si le busco alguna crítica al capítulo es que, en mi opinión, no hablado mucho de química.

    Sobre si los autores se plantean que la gente abandona sus libros por un capítulo que no guste, creo que debería ser trabajo de las editoriales. Al menos creo que deberían servir recomendar a los autores qué poner o no en un libro que pretenda leerse.

    Sobre el tema del capítulo, la estupidez humana me fascina y me fastidia por igual XD. Nos creemos tan inteligentes, y no somos más que unos simples animalitos con un poco de lógica, pero no la suficiente como para acallar nuestros sesgos. Somos mucho más seres emocionales que seres racionales, y eso nos pierde.

    En este capítulo se habla de personas preparadas e inteligentes… pero da igual… nadie nace inmunizado contra la estupidez… y esta aflora en todos los lugares y clases de personas. Este pensamiento me entristece por lo fatídico que es. Aunque lo creo realista.

    Pero la ciencia tiene un truco maravilloso, que, aunque no la hace inmune a la estupidez, sí que logra que esta tenga, aunque difusa en el tiempo, una fecha de caducidad: la reiterada y multitudinaria revisión de sus enunciados, contrastandola con la evidencia de la realidad.

    Sí que es cierto que en algunos casos la ciencia patológica puede ser diferente a la pseudociencia, pero su origen es el mismo: dejarse llevar por los sesgos y las emociones, en vez de por una objetividad racional. Porque esto último no es un comportamiento innato, sino todo lo contrario. Se tiene que aprender y entrenar. Nuestro comportamiento innato es emocional y subjetivo (poblado de sesgos cognitivos).

    Me ha gustado tu definición de Ciencia Patológica: completamente de acuerdo XD.

    ¡Que tengáis una feliz semana!

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    1. Hola Conxi
      Yo estoy completamente de acuerdo con este párrafo:
      "Pero la ciencia tiene un truco maravilloso, que, aunque no la hace inmune a la estupidez, sí que logra que esta tenga, aunque difusa en el tiempo, una fecha de caducidad: la reiterada y multitudinaria revisión de sus enunciados, contrastandola con la evidencia de la realidad"
      Saludos

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  3. Hola, Juan Carlos y todos.

    Quería comentar algunas cosas antes de que se me olviden. Primero, que es el segundo capítulo dedicado a la locura y me da que el señor Sam tiene algo. A mí sí que me costó un poco. Veía momentos en que se enredaba demasiado y eso es parte de cómo se pierde el atractivo de un relato. Por supuesto que si te dicen que algo no funciona es cuestión de revisarlo. También me gustó la parte de los rayos X.
    La pega mayor para mí es precisamente el concepto de ciencia patológica, que quizás quiere decir ciencia trastornada o de trastornados, pero pienso que no le hace justicia ni a la profesionalidad científica (pues además puede haber una ciencia manipulada, como las pseudociencias, o metodológicamente inconsistente), ni a las personas, que, si están realmente enfermas, tienen un problema personal que no se debe ridiculizar. No sé. El ejemplo lo vi cuando habla del espiritualismo (que puede ser un error del traductor, aunque no del todo, porque el autor lo mismo se mete con los locos que con los románticos), cuando en realidad se refiere a los espiritistas. Pienso que todo el mundo tiene creencias, y que eso no es ni bueno ni malo por sí solo.
    Y sin darme cuenta debo haber respondido a las preguntas. El capítulo me hizo pensar.
    Saludos.

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    1. Hola Alteruter

      La verdad es que me has dejado preocupado, quizás debería de volver a leer el capítulo para ver si estoy tan sesgado como me he quedado pensando. Tiene mucha lógica lo que dices y mi problema es que no me saltan las alarmas cuando hablan de creencias religiosas asentadas y si me saltan cuando se habla de otras creencias.

      La verdad es que intento que solo me salten cuando las creencias se meten en la zona "evidenciable" (donde se pueda medir y contrastar resultados), pero probablemente no sea tan tolerante como desearía serlo. Por poner un ejemplo: si alguien me dice que rezar a Dios le consuela porque siente como le escucha y le comprende no le doy mucha importancia a su estado de salud, pero si alguien me dice que por las noches siente que le visita un familiar suyo muerto y le hace compañia probablemente pensaría que su mente se está columpiando y jungando con fuego.

      Gracias por el comentario, me ha dado que pensar.

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  4. Gracias a ti, JC.
    Me parece muy correcto lo que dices. Lo mío fue quizá una impresión.
    Y me dejé cosas en el tintero. Por ejemplo, sobre el tema científico. ¿Por qué nos gustó lo de Roentgen? Pienso que la ciencia nos atrae por ella misma y todas esas historias de locura, de Goethe y demás son sólo batallitas curiosas que a veces distraen de lo importante, del meollo de la interesante historia de la ciencia. Y nada más por ahora.
    Un saludo.

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  5. Hola Juan Carlos.

    Estoy de acuerdo contigo en que ciencia patológica es “Ciencia hecha por científicos conspiranoicos, cabezones y más creyentes en sus ideas que en los procedimientos de la metodología científica”, pero habría que matizar y no estoy seguro de si el autor hace la matización, o al menos, de si la deja clara. Para mi la matización sería que "pasado un tiempo, tras la obtención de pruebas científicas que refuten una idea, empeñarse en seguir demostrando esa idea, se convierte en patológica". De todas formas, respondiendo a la segunda pregunta, no me gusta el concepto de ciencia patológica, ni siquiera el de mala ciencia, salvo que se le añada el verbo hacer al principio.

    Para la segunda pregunta, hay un texto de "El periodista deportivo" de Richard Ford que refleja lo que pienso: "Él me animó a seguir escribiendo, y así lo hice aunque sin gran entusiasmo. La verdad es que no tenía nada más que escribir, y no me da vergüenza confesarlo. Si hubiera más escritores que lo reconocieran, el mundo se ahorraría un montón de libros malos"

    ¡Saludos a todos!

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    1. Está claro que el dinero es un mal consejero para estas cosas. Pero yo me refería a que algunos tienen la necesidad de poner lo que creen que tienen que poner para cuadrar el mensaje y al final lo que hacen es joder el mensaje.

      Y que conste que cuando escribo creo que me pasa eso, pero he dicho tienen porque hablábamos de escritores y yo simplemente cuento cosas que me apetece contar. Así que "yo me las guiso y yo me las como". No me considero escritor y si me apuras solo me considero divulgador porque cuento, lo que me apetece contar, en público.

      Saludos

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